¿QUIENES SON LAS CANDIADATAS DE URNG MAÍZ?


Por: Laura Hurtado

Las candidatas de URNG-MAIZ se caracterizan por haberse formado desde sus propias comunidades y en el servicio a su gente. Todas ellas entienden los problemas principales de sus municipios porque los viven en carne propia. Sacan tiempo al tiempo para compaginar la atención a sus hijos y familias, su trabajo para llevar ingresos a la casa, realizar actividades de servicio social en la parroquia o la asociación, y comprometerse en un proyecto político que contribuya realmente a transformar Guatemala. Las siguientes entrevistas nos ofrecen el perfil de algunas de estas candidatas que postulan para alcaldesas o concejalas en las próximas elecciones.

Ana Iris Yolanda Olivares Salguero
Candidata a alcaldesa de San Andrés Villa Seca, Retalhuleu

Ana Iris Yolanda es originaria de la aldea Rancho Alegre, ubicada en Tulate, y es conocida en el municipio de San Andrés Villa Seca por su trabajo social. A sus 30 años de edad, lleva siete de compartir su tiempo entre la atención a sus tres hijos, su trabajo en la Asociación Civil Pro-Desarrollo Comunitario “Rancho Alegre” --de la cual es su representante legal--, y la gestión de proyectos para las comunidades más necesitadas de su municipio. Su trabajo consiste en dar capacitación a las mujeres de las aldeas de su municipio, identificar con ellas sus principales necesidades y gestionar proyectos tanto ante la municipalidad como frente a entidades de cooperación externa, para enfrentarlos.

“La necesidad de organizarnos y trabajar con las mujeres nació de ver la violencia y la discriminación en contra de ellas. Una de mujer sabe las necesidades y el dolor que pasan las mujeres, porque lo ha vivido.”

Con su trabajo tesonero a la par de las mujeres de su municipio, ha logrado impulsar la alfabetización de mujeres (sólo el año pasado se alfabetizaron 72 mujeres), así como llevar adelante proyectos de hortaliza y crianza de ganado para el mejoramiento de la alimentación y llevar algunos ingresos más a sus hogares. Después de la tormenta Stan, frente a la indolencia e inactividad tanto del alcalde (Joel Moscoso, de la GANA) como de la CONRED, se dieron a la tarea de localizar víveres para los damnificados, logrando la distribución eficiente de lo que lograron conseguir. También impulsaron el acceso de estas familias al programa de arrendamiento de tierras del Fondo de Tierras. Frente al abandono del gobierno central y del municipal, todavía hoy gestionan proyectos para la reconstrucción de los pozos y las viviendas que fueron afectados por la tormenta.

“El alcalde siempre discrimina a los más pobres del municipio y los proyectos se interrumpen o nunca se inician. En los caminos de acceso a nuestras comunidades y aldeas, la gente llora hasta con lágrimas por el abandono. Ningún alcalde ha atendido hasta ahora las principales necesidades del municipio.”

La mayoría de los hombres de San Andrés Villa Seca trabajan en las plantaciones de caña de azúcar o en diversas labores de los ingenios Pantaleón y El Pilar. Ganan entre Q25 y Q30 por jornal, muy por debajo del salario mínimo vigente por ley.

“Cuando los hombres se van a ganar, entonces las mujeres quedan solas en la casa y las discriminan más por ser de idioma. Nosotros en La Máquina estamos jodidos, pero en los cantones están todavía peor.”

Las bases de URNG-Maíz en San Andrés Villa Seca y las comunidades la eligieron como su candidata a alcaldesa porque conocen su trabajo, su dedicación y su sacrificio. Su trabajo es de servicio; no de beneficio personal ni para su familia, tampoco enfocado sólo a su comunidad.

“Desde que empecé pensé en no trabajar sólo para mi comunidad, sino que abarqué cinco comunidades: La Playa Tulate, Rancho Alegre, El Olvido, Agua Dulce y Línea C-16. Ahora nuestro trabajo se ha extendido a todo el parcelamiento La Máquina.”

La campaña por llegar al gobierno municipal la desarrolla junto a los demás candidatos de URNG-Maíz a la corporación municipal, a partir de recursos propios, en lo que llaman “Plan Hormiga”, juntando cada vez el aporte de cantones, aldeas y comunidades para la gasolina.

“URNG-Maíz es diferente, tiene una ideología diferente. Gracias a los compañeros y compañeras que lucharon en el pasado y de quienes dieron su vida en la lucha, es lo poco que tenemos hoy de Democracia. A nosotros nos toca dejar sembrada la semilla, dejar abierto el camino para nuestros hijos.”


Alma Patricia Vásquez
Candidata a Concejala de Mixco, departamento de Guatemala

Alma Patricia Vásquez nació en el municipio de Guatemala hace 50 años. Se define a sí misma como educadora popular y promotora de la participación comunitaria y social. Como cristiana se comprometió junto a la lucha del pueblo en los años ochenta y, frente a la represión, vio caer o desaparecer a compañeros suyos y se despidió de muchos más que tuvieron que salir del país. Ella se quedó y siguió trabajando en el Comité pro-Justicia y Paz. A través de su trabajo parroquial se empeñó en impulsar las Comunidades Eclesiales de Base y fue a través de éstas que fue adquiriendo más conciencia sobre la necesidad de trabajar y luchar por alcanzar la equidad de género. Al igual que la mayoría de mujeres, Alma Patricia diariamente tiene 3 y 4 jornadas de trabajo:

“Actualmente comparto mi tiempo entre ser mamá de tres, trabajar en las labores de la casa, trabajar en la Fundación de apoyo al Instituto Técnico Experimental en Educación Básica de Ciudad Quetzal y desarrollar mi trabajo para la construcción de un mejor país.”

“Siempre he trabajado mucho. En lo político me retiré un tiempo, cuando mis hijos se hicieron adolescente. A unos les agarró más fuerte que a otros y quise estar a su lado. Ahora estoy de regreso.”

Alma Patricia es también integrante activa de la Asociación por la Solidaridad y la Superación de la Mujer Especial. Esta asociación, que busca promover la solidaridad entre las mujeres y la equidad de género, la ha llevado a trabajar con la comunidad para construir relaciones sanas entre hombres y mujeres, tanto en el hogar y la familia, como en el trabajo y en la misma comunidad. Además, brindan apoyo psicológico y jurídico a las mujeres víctimas de violencia.

Hace cinco años se reincorporó al trabajo político, convencida de que el poder político es necesario para realizar las transformaciones que requiere el país.

“El sistema electoral que tenemos no me parece y creo que tiene que cambiar, pero ese es el camino que tenemos por ahora. Por eso decidí meterme. Siempre estuve pendiente del movimiento de izquierda. Tenía bastantes críticas y pensaba: ‘Por qué no hacen esto; por qué no hacen aquello’. Pero desde fuera no se puede. Hace 4 años me propuse como fiscal de mesa y ahora aquí estoy, dispuesta a asumir el reto.”

Alma Patricia añade: “Las elecciones es un momento coyuntural. Pero tenemos un proyecto de largo plazo. Tenemos que reagruparnos las fuerzas de izquierda, tenemos que avanzar en un gran frente amplio político y social de izquierdas. El poder debemos construirlo también a partir de la gente misma. Por eso, no nos podemos quedar en las elecciones; pasada esta coyuntura, tenemos que seguir avanzando y ejercer la auditoria social.”


María Carmelina Chocooj Cu,
Candidata a Alcaldesa de San Pedro Carchá, Alta Verapaz

Su padre es de oficio platero y cooperativista, su madre bordadora. María Carmelina Chocooj Cu nació hace 37 años en la aldea Secontí (“lugar de culebras”) de San Pedro Carchá, en el departamento de Alta Verapaz. Desde los 13 años acompañó a su padre a reuniones y actividades organizativas. Durante el conflicto armado interno apoyó como intérprete q’eqchi´-castellano a las hermanas de la Caridad que daban asistencia médica a los heridos de guerra y a la población enferma que acudía al centro de salud. Su primer trabajo también contribuyó a formarla; durante varios años fue traductora del sacerdote saleciano Jorge Putémpora, fundador de la organización no gubernamental Talita Kumi, dedicada ésta a la enseñanza y al fortalecimiento organizativo de la población q’eqchi’. El padre Putémpora le abrió la oportunidad de tener su propio programa de radio en el Centro Radial de San Pedro Carchá, un esfuerzo de la diócesis de Las Verapaces. Iniciándose en 1989 con el Programa “Laa’o li ixq” (“Nosotras las Mujeres”), Carmelina cuenta actualmente con doce años de experiencia en radio, a través de la cual ha podido impulsar programas que comunican ideas, valores, formación y herramientas a las mujeres. María Carmelina es, además, impulsora de la Asociación de Promotores Voluntarios del Norte y ha acumulado experiencia en la ejecución de diversos programas de desarrollo, que incluyen talleres de autoestima y liderazgo para las mujeres q’eqchi’es, proyectos productivos a nivel comunitario y municipal, proyectos de salud y otros.

“Si bien desde hace muchos años me he interesado por la política y colaboré en distintas tareas con la causa revolucionaria en los tiempos de la guerra, es hasta ahora que he asumido el reto de postularme a un cargo de elección popular.”

María Carmelina encabeza la planilla de URNG-MAIZ, como aspirante a Alcaldesa del Municipio de San Pedro Carchá.


Zenaida Cosagua Pérez,
Candidata a Concejala del municipio de Coatepeque, Quetzaltenango

En su municipio, todos los contendientes en el proceso electoral son empresarios. La planilla de URNG-MAIZ marca la diferencia. Encabezada por Rony Galindo de 32 años y por Aparicio Pérez, campesino dirigente del Comité de Unidad Campesina (CUC) y de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas (CNOC), Zenaida Cosagua Pérez se postula para ser Concejala de la corporación municipal de Coatepeque, en la tercera casilla. No los diferencia sólo su procedencia social y los intereses a los que sirven, sino también la forma como han llegado a conformar su planilla:

“En el caso de los demás partidos, ellos sólo llegaron a jalar a sus candidatos. En cambio nosotros, fuimos electos. Nosotros ya no creemos en la teoría de decir ‘levantémonos, levantémonos’; hay que demostrar con la práctica.”

Zenaida es, efectivamente, una mujer que se ha formado en la práctica y que con su práctica de servicio a su comunidad y a su municipio, se ha ganado el reconocimiento y la confianza de sus compañeros y vecinos. Se inició dando alfabetización gratuita a los analfabetos de su comunidad. Su fé católica la llevó a ser catequista y posteriormente a comprometerse en las actividades de la Pastoral de la Mujer y la Pastoral de la Salud, llegando a graduarse en el Hospital de la Pastoral. Trabajó cuatro años como facilitadota comunitaria del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS), de lo cual guarda un grato recuerdo: “Mi mayor satisfacción es haber dejado un Centro de Salud bien equipado.”

Desde los 18 años se organizó en el CUC y se involucró en la política junto a su marido: “Él siempre me ha dado el apoyo y la confianza.” Su esposo fue picador de hule desde los 16 años, con grandes cualidades de organizador y líder. Un accidente laboral lo dejó afectado y Zenaida tuvo que asumir más trabajo y vender su pequeña parcela de tierra que había recibido en herencia para ayudarlo y sacar adelante a sus dos hijas. No obstante, nunca abandonó su compromiso parroquial, con su comunidad y con su organización campesina. Junto a sus compañeros del CUC, lograron quitarle al ejército la finca San Basilio ubicada en Suchitepéquez y propiedad hasta entonces de la Zona Militar, de la que ahora son beneficiarios. “Si ganamos la alcaldía, una de mis hijas y su esposo van a trabajar la parcela en San Basilio, porque nuestra decisión es luchar por cambiar nuestro municipio.”

La vida de las comunidades campesinas de su municipio es muy dura. La gente no tiene tierra en donde sembrar y los finqueros y empresarios no pagan ni siquiera el salario mínimo por jornal; además, tienen acaparados los ríos. Los desvían para sus fincas y la gente se queda sin agua.

“Nosotros visitamos a nuestros vecinos, les hacemos conciencia y los llamamos a luchar por nuestros derechos. Si llegamos a la municipalidad, tendremos más base para luchar por la gente.”

Zenaida ya fue alcaldesa de su comunidad en 1997 y dejó como fruto de su año de servicio el empedrado de la comunidad y el centro de salud en servicio, con un médico y una enfermera como apoyo de la cooperación externa. Desde el gobierno municipal, no le cabe duda, podrán hacer mucho más.

La campaña electoral no ha sido fácil, pero dice:

“Entre todos juntamos y compartimos los gastos. Tenemos un local en Coatepeque y mi familia aporta Q300. No me lo están pidiendo, pero como uno ve la necesidad… imagínese, cada viaje de Coatepeque a Guatemala cuesta Q40 y Q5 más hasta nuestra comunidad, y Q90 de la comunidad hasta la finca donde logramos la parcela. Pero pese al gran sacrificio, me animo cuando la gente nos dice: ‘Ya es tiempo de que salgamos de la gran explotación y vayamos adelante. Los vamos a apoyar’.”