Una esperanza para la verdad

Sandra Morán
Colectiva de Mujeres Feministas De Izquierda

“Hay que desnudar la memoria para reconstruir el maíz que desgranaron con el poder de metralletas”. Así escribía la poeta Murillo en memoria de todas las personas asesinadas y masacradas. Es una exigencia de verdad y de justicia que ve una posibilidad de encontrar parte de la verdad con el ofrecimiento de la apertura de los archivos militares.

Esa orden del presidente Colom, y su delegación al secretario de la Paz, es un reto que enfrentará cumplimiento de órdenes, acciones de organización, recursos y de presupuesto que aún no se tienen y que dependerán del Congreso para que sea aprobado en el próximo año. Por tanto, para que efectivamente podamos comenzar con un proceso de largo alcance para conocer la verdad contenida en los archivos militares, dependerá de que ese anuncio sea sostenido por este gobierno y de su institucionalización, para que sin importar quiénes lleguen en los próximos años, esto continúe.

En este momento, la expectativa, la esperanza y la añoranza se centra en que la apertura, manejo y sistematización de los archivos nos permitan, a aquellos que perdimos familiares y amigas y amigos en la época del Estado contrainsurgente, encontrar alguna información o pista que nos permita saber en dónde quedaron sus cuerpos y cómo murieron, además de quiénes fueron los que dieron la orden y las ejecutaron.

Luego de más de 25 años, muchas madres y padres, muchas esposas y esposos han muerto con la esperanza de encontrarles y sepultarles. Hemos pasado por tres gobiernos en los tiempos de paz, sin que ellos hayan cumplido una obligación desde el Estado y compromiso con la historia.
Desde la visión de los familiares y de quienes junto a aquellas y aquellos secuestrados, capturados, desaparecidos, tenemos el derecho de saber esta verdad. Algunos militares retirados hablan del perdón, hablan del olvido, pero no puede haber perdón sin la verdad y la justicia.

Los archivos militares, como los archivos de la policía, representan la oportunidad de conocer esa parte de la historia. Ya dos militares directamente implicados en esa historia indicaron que no se encontrará nada nuevo. Quizá así sea, quizá lo que se encuentre sean las órdenes que ejecutaban estos planes.

Desde la visión de mujeres comprometidas con la vida y la verdad, esperamos conocerlos para obtener justicia. En memoria de todas las comunidades que fueron masacradas en los operativos militares establecidos en los planes que se encontraran, en memoria de todas las mujeres de todas las edades que fueron atacadas, violadas, asesinadas y que fueron tomadas como botín de guerra, seguiremos en la búsqueda de la verdad.